martes, 27 de noviembre de 2012


Introducción
Cuando la atmósfera recibe fuertes dosis de óxidos de azufre y nitrógeno, estos compuestos por reacciones químicas complejas se convierten parcialmente en ácido sulfúrico y nítrico. Algunas de esas partículas ácidas desaparecen por gravedad o por impacto contra el suelo, edificios, plantas, etcétera: es la llamada precipitación seca. Otras, permanecen en la atmósfera, se combinan con la humedad de las nubes y caen con la lluvia, la nieve y el rocío: es la lluvia ácida. La lluvia ácida es un fenómeno que se produce por la combinación de los óxidos de nitrógeno y azufre provenientes de las actividades humanas, con el vapor de agua presente en la atmósfera, los cuales se precipitan posteriormente a tierra acidificando los suelos, pero que pueden ser arrastrados a grandes distancias de su lugar de origen antes de depositarse en forma de lluvia.El carbón, así como otros combustibles minerales, son los responsables de verter a la atmósfera el óxido de azufre. Las altas temperaturas de las combustiones combinan químicamente el nitrógeno y el oxígeno presentes en el aire y forman el óxido de nitrógeno.
Las centrales eléctricas, las industrias grandes y pequeñas y las casas donde se combustiona carbón son los responsables, junto a los usuarios depetróleo, de este tipo de contaminación.
El pH es el símbolo que utiliza la química para medir la ácidez o alcalinidad de las soluciones (equivale al logaritmo decimal negativo de la concentración de iones hidrógeno). Una solución neutra tiene un pH de 5,6 a 7 (la escala va de 0,0 a 14,0), por debajo de 5,6 se considera medio ácido y por encima de 7,0, medio alcalino.
La llamada lluvia ácida tiene un pH inferior a 5,6 y puede ir hasta 2,5 y excepcionalmente 1,5.
Una solución con un pH 6 es diez veces más ácida que una de pH 7, una de pH 5, cien veces más ácida, la proporción se va multiplicando por diez a medida que disminuyen los valores del pH.
Los efectos de la lluvia y la precipitación ácida en lagos y corrientes de aguas implica la muerte de crustáceos, insectos acuáticos y moluscos y la desaparición del fitoplancton, lo que provoca con el tiempo la imposibilidad de sobrevivencia del resto de la fauna por falta de alimento y vuelve los lagos transparentes.
En el suelo, la ácidez penetra en la tierra y afecta las raíces de los árboles, al tiempo que sus hojas se ven afectadas también directamente por las gotas de lluvia que reciben. El proceso de envenenamiento de la flora termina con la muerte de las plantas y árboles.
Los edificios y las construcciones de hormigón también se ven seriamente afectados, deben ser continuamente restaurados, y en los animales se ha observado pérdida de pelo y desgaste prematuro de mandíbulas entre otras afecciones.
La consecuencia de la lluvia ácida en el ser humano determina un incremento muy importante de las afecciones respiratorias (asma, bronquitis crónica, síndrome de Krupp, etcétera) y un aumento de los casos de cáncer.
La contaminación debilita todo el organismo, sea humano, vegetal o animal, y eso provoca una disminución de las defensas y una mayor disposición a contraer enfermedades. Los más afectados son los niños, las personas mayores, las mujeres embarazadas y los aquejados de dolencias crónicas comocorazón, circulación y asma.
conclucion
La lluvia ácida se forma cuando la humedad en el aire se combina con los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo. En interacción con el vapor de agua, estos gases forman ácido sulfúrico y ácidos nítricos. Finalmente, estas sustancias químicas caen a la tierra acompañando a las precipitaciones, constituyendo la lluvia ácida.

Los contaminantes atmosféricos primarios que dan origen a la lluvia ácida pueden recorrer grandes distancias, siendo trasladados por los vientos cientos o miles de kilómetros antes de precipitar en forma de rocío, lluvia, llovizna, granizo, nieve, niebla o neblina. Cuando la precipitación se produce, puede provocar importantes deterioros en el ambiente.

La lluvia normalmente presenta un pH de aproximadamente 5.65 (ligeramente ácido), debido a la presencia del CO2 atmosférico, que forma ácido carbónico, H2CO3. Se considera lluvia ácida si presenta un pH de menos de 5 y puede alcanzar el pH del vinagre (pH 3). Estos valores de pH se alcanzan por la presencia de ácidos como el ácido sulfúrico, H2SO4, y el ácido nítrico, HNO3. Estos ácidos se forman a partir del dióxido de azufre, SO2, y el monóxido de nitrógeno que se convierten en ácidos.

Los hidrocarburos y el carbón usados como fuente de energía, en grandes cantidades, pueden también producir óxidos de azufre y nitrógeno y el dióxido de azufre emitidos por fábricas, centrales eléctricas y vehículos que queman carbón o productos derivados del petróleo.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Lluvia Ácida
Lluvia Ácida: Veneno Caído del Cielo
La quema de combustibles fósiles y la industrialización en general está provocando cambios en la atmósfera. Uno de los efectos más conocidos es el calentamiento global o efecto invernadero, cuyas devastadoras consecuencias han sido expuestas en foros internacionales y el acuerdo es tan abrumador que dio lugar al Protocolo de Kioto...
La quema de combustibles fósiles y la industrialización en general está provocando cambios en la atmósfera. Uno de los efectos más conocidos es el calentamiento global o efecto invernadero, cuyas devastadoras consecuencias han sido expuestas en foros internacionales y el acuerdo es tan abrumador que dio lugar al Protocolo de Kioto, aunque el país más contaminante, EE.UU., se niega a ratificarlo por miedo a una recesión en su economía, o por miedo a un declive de la industria petrolera, en la que tienen intereses muchos miembros del gobierno estadounidense, incluyendo al propio presidente George W. Bush. Sin embargo, otra consecuencia de esa contaminación es la lluvia ácida, cuyos efectos son muy conocidos, aunque los políticos le presten poca atención.

El término lluvia ácida pertenece a Angus Smith, un químico británico del siglo XIX que estudió el aire de Manchester (Inglaterra). Pero no fue hasta 1950 cuando se reconoció la existencia de esta lluvia ácida y su poder de contaminación de grandes áreas. La preocupación aumentó cuando pescadores observaron grandes menguas en las poblaciones de peces en muchos lagos de Suecia, Ontario (Canadá) y Adirondack (Nueva York). En Noruega y Suecia los peces han desaparecido de por lo menos 6500 lagos, de otros 1200 lagos en Ontario y más de 200 en los Adirondack. Algunos sólo albergan algas y bacterias resistentes.

La precipitación ácida puede ser lluvia, nieve, niebla o incluso la llamada precipitación seca, y tiene su origen en la contaminación atmosférica, principalmente por los gases dióxido de azufre (SO2) y diversos óxidos de nitrógeno (NOx), pues al mezclarse con el agua y el oxígeno generan ácido sulfúrico (H2SO4) y ácido nítrico (HNO3). En el caso del SO2 estas son las reacciones químicas:

SO2 + H2O ===> H2SO3 (ácido sulfuroso)
2H2SO3 + O2 ===> 2H2SO4 (ácido sulfúrico)

Esos gases ya son, por sí mismos perjudiciales para la salud humana. El SO2 es un gas incoloro que provoca afecciones respiratorias y cardiovasculares, llegando incluso a provocar la muerte. Los ancianos y los niños son los más afectados, pero también afecta negativamente a especies vegetales. Este compuesto es el principal responsable de la lluvia ácida ya que se convierte en ácido sulfúrico (H2SO4). El dióxido de nitrógeno (NO2) irrita los pulmones, causa bronquitis y neumonía, reduciendo la resistencia a las infecciones respiratorias. Sin embargo, estos gases se diluyen normalmente en la atmósfera de forma que su concentración es sólo peligrosa en ciertas ciudades y en ciertos momentos. Así pues, lo que más afecta a la naturaleza es la formación de esos ácidos sulfúrico y nítrico que caen junto con la lluvia, provocando una lluvia demasiado ácida.

La fuente principal de óxidos de nitrógeno (NO y NO2) es el transporte (automóviles, aviones...). Los óxidos de azufre se producen en la quema de combustibles (especialmente carbón), en centrales térmicas para producir electricidad, en la fundición de minerales y en otros procesos industriales.

La acidez se mide en una escala de 1 a 14 conocida como escala de pH. El pH mide la concentración de ion hidrógeno (H+, átomos sin su electrón) de forma que si el pH es menor a 7 se dice que estamos ante un ácido, y si el pH es mayor a 7 se dice que estamos ante una base o una solución alcalina (con más iones hidróxido, OH-). Un pH de 7 expresa una solución neutra, es decir, ni ácida ni básica (con una concentración de iones de hidrógeno igual a la de iones hidróxido: 10-7 g/L). Cuanto más alejado del número 7 sea el pH de una solución más ácida o básica será variando la acidez en 10 veces cada unidad de la escala pH. Es decir, un pH de 4 es diez veces más ácido que un pH de 5, y cien veces más ácido que un pH de 6.

La lluvia normal es ligeramente ácida, con un pH de 5.6 aproximadamente. Esto es debido al ácido carbónico (H2CO3) que se forma al disolver CO2 en las gotas de lluvia. En la actualidad, en algunas zonas la lluvia tiene un pH de 4.0 y, en raras ocasiones, llega a 3.0. En los bosques del Este de Los Ángeles (EE.UU.) se ha encontrado niebla y rocío con un pH de 2.8 (casi 1000 veces más ácido de lo normal).
La lluvia ácida es una contaminación que pasa las fronteras sin pasaporte. La lluvia ácida de Quebec (Canadá) y del Este de Estados Unidos tiene su origen en las actividades industriales de este último país, y la de los países escandinavos se debe a la contaminación atmosférica de Europa central y Gran Bretaña. La lluvia ácida de Japón y el Este de China se debe al uso masivo de carbón que hay en toda China. La contaminación atmosférica sigue la dirección del viento y cae con la lluvia.

Efectos de la lluvia ácida:
En los ecosistemas acuáticos: La acidificación de lagos y ríos conlleva un trastorno en la cadena alimenticia ocasionado por la muerte de muchos peces, la intoxicación por comer este pescado y la reducción de zooplancton, algas y plantas acuáticas. El aluminio es un metal que se disuelve con la lluvia ácida y contamina el agua. Por debajo de un pH de 5 ya se presenta contaminación por aluminio. Entre otros problemas, esto genera daños en las branquias y que los peces dejen de reproducirse. Los anfibios, moluscos y crustáceos son parte importante en la cadena alimenticia de los ecosistemas acuáticos y también se ven seriamente afectados. Por ejemplo, el agua ácida disuelve con facilidad el carbonato de calcio interfiriendo en que los moluscos lo incorporen a su concha. La contaminación por mercurio también es agravada por la lluvia ácida y en los Grandes Lagos de Norteamérica la concentración es tan elevada que está prohibido consumir ese pescado.

En los bosques: Miles de hectáreas de piceas y abetos han muerto en los últimos años en Checoslovaquia y Alemania. En Estados Unidos y Canadá también hay bastantes casos documentados (abeto rojo, arces...). La lluvia ácida provoca que el calcio y el magnesio se disuelvan y se pierdan, así como que el aluminio sea más fácil de absorber por las raíces y provoque la muerte de éstas o daños que pueden facilitar la llegada de enfermedades. Hay que destacar que a corto plazo la lluvia ácida puede ser benéfica para las plantas, pues fertiliza el suelo con azufre y nitrógeno.
En los cultivos: Se ha demostrado que la lluvia ácida provoca una caída en el rendimiento de los cultivos, interfiriendo en aspectos tan importantes como la fecundación de las flores.

En las aguas subterráneas y en la corrosión de tuberías: Evidentemente, las aguas subterráneas también pueden presentar contaminación (por aluminio por ejemplo), lo cual es un riesgo para la población humana que consuma esas aguas. Además, el agua ácida puede disolver los compuestos metálicos de las tuberías o recipientes para agua, algunos de los cuales son muy tóxicos, como el plomo, el cobre, el zinc o el cadmio (de soldaduras).

En las construcciones humanas: Los materiales de construcción (acero, bronce, pintura, mármol, piedra arenisca o caliza...) sufren erosión por culpa de la lluvia ácida. Se acepta que el principal agente corrosivo es el dióxido de azufre y sus productos secundarios. Esta ha sido la causa de una aceleración en la corrosión de estatuas que se mantuvieron bien durante siglos, como las estatuas y monumentos de la Acrópolis de Atenas o algunos monumentos de Italia, España o Japón.

Es imprescindible reconocer que la lluvia ácida es un problema grave y que la mejor solución es la reducción de las emisiones. También se pueden y se deben efectuar otras medidas, como usar combustibles con poco azufre o reducir su concentración antes de usarlos. Hay otras medidas que también son importantes, como la limpieza de los gases antes de liberarlos a nuestra atmósfera o usar piedra caliza molida durante la combustión. Las medidas más efectivas son reducir el consumo de electricidad y utilizar fuentes renovables: energía solar, eólica...

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), a la que pertenecen casi todos los países industrializados, estudió en 1981 los costos de la implantación de medidas de control. Los datos y las investigaciones apuntan a serias consecuencias políticas y socioeconómicas si no se hace nada. Ante este panorama se han tomado algunas tímidas medidas que, por ahora, resultan insuficientes (como la Ley de Aire Limpio firmada por Estados Unidos y Canadá en 1990).


  • Aspectos Ambientales
    Lluvia Ácida
    La lluvia ácida es un cambio en el pH del agua atmosférica y de las precipitaciones, principalmente lluvia, que a partir de ella se producen. Afecta a la fase aérea del ciclo del agua y, por lo tanto, es a la vez una de las principales formas de contaminación atmosférica más relevantes, junto con el efecto invernadero y la disminución de la capa de ozono. Es un cambio de origen antropogénico principalmente y de amplias consecuencias ambientales. Fue estudiada por primera vez por Roberth August Smith en 1872, al estudiar la relación del aumento de la acidez en las lluvias de la región de Manchester y la contaminación industrial que la ciudad sufría.
    Proceso de Formación
    El agua de lluvia en condiciones naturales, tiene un pH de 5.6 acidez debida principalmente al CO2 al que lleva disuelto. Cuando la acidez del agua de lluvia es superior a este valor es cuando se considera que la lluvia es ácida. 
    Cuando los óxidos de nitrógeno,  NO y NO2 (NOx)  los óxidos de azufre, SO2 llegan al la atmósfera se oxidan y se combinan con el agua de ésta y se transforman en ácido nítrico y ácido sulfúrico respectivamente.
    2(SO2) + O2    --------------- 2(SO3)
    SO3  + H2O ---------------------  H2 SO4
    NOx  + O2 + H2O   ---------------- HNO3
    Las fuentes naturales de estas sustancias pueden ser las erupciones volcánicas, manantiales termales, descargas eléctricas en las tormentas,  así como del metabolismo final de algunas bacterias. Sin embargo, ni la cantidad, ni la reiteración de estos fenómenos supone variaciones importantes del pH de la atmósfera. En sentido contrario, las fuentes artificiales emiten cantidades mayores y de una forma continua, lo que produce efectos mucho más importantes. Estas fuentes artificiales son en mayor medida la combustión de los combustibles fósiles, carbón, petróleo, gas natural, y, en menor medida, otros procesos industriales como las refinerías de petróleo o como la producción (por fundición) de metales como plomo, cobre y zinc. También los incendios forestales, ciertos tipos de fertilizantes, y la quema de rastrojos de la agricultura pueden liberar estos óxidos de azufre y nitrógeno precursores de la lluvia ácida.
    Hay que tener en cuenta que los procesos de combustión están enormemente extendidos en las sociedades humanas de los países desarrollados. La obtención de energía eléctrica en las centrales térmicas, la combustión en calderas en otros procesos industriales y en las calefacciones  domésticas y también los motores de combustión que utilizan  los medios de transportes, tanto individuales como colectivos, son procesos que están alimentados con carbón y derivados del petróleo. La concentración de azufre en el petróleo puede estar entre el 0.1 % y el 3%, dependiendo del origen del mismo. En el gas natural los niveles son considerablemente menores, sin embargo en el carbón es mucho mayor. Las centrales térmicas son las responsables de la producción de 2/3 de dióxido de azufre  y de 1/4 parte de los óxido se nitrógeno de la atmósfera. Los coches y camiones de gasolina producen la 1/2 de los óxidos de nitrógeno atmosférico.
    Otra característica de estos procesos es que la producción de ácidos sulfúricos y nítricos contaminantes y la descarga de las precipitaciones ácidas, suelen ocurrir  en lugares distantes. Esto es debido a que las nubes que los contienen se desplazan, por la acción del viento, hasta 500 Km por día y, por lo tanto, los efectos de la lluvia ácida pueden tener lugar en naciones distintas de donde se encuentran las causas que las produjeron;  por ello, se habla de contaminación transfronteriza. Esto explica que gran parte de la lluvia ácida de los países escandinavos llegara, con las masas de aire contaminado por óxidos de azufre, procedentes de emisiones de las de las áreas industriales de Europa central y Gran Bretaña. De la misma forma, las lluvias ácidas que caen en zonas de Canadá como Québec parecen tener su origen en zonas industriales del litoral oriental de Estados Unidos.
    Consecuencias
    Las gotas de lluvia que contienen estos ácidos  al caer en distintas superficies,  suelo, agua, plantas, animales o edificios, reaccionan fácilmente con substancias orgánicas e inorgánicas y las modifican, y con ello  perjudican o destruyen de esta manera a:
    • Las plantas, sufren abrasión de sus partes verdes, principalmente las hojas; con estos órganos dañados  la planta queda debilitada, retrasado su desarrollo, es fácilmente atacada por distintos tipos de parásitos, y con más sensibilidad a los periodos de sequía, situaciones todas ellas que en condiciones normales hubiera resistido. Esto puede llegar a causar la muerte de grandes masas vegetales, como los bosques, y el deterioros más o menos importante de la producciónes agrícolas.
    hojas dañadas
    deforestacion
    Manifestaciones de los daños producidos en las hojas.
    Desforestación provocada por la lluvia ácida
    Fuente http://zonapaisa.activoforo.com/historia-f6/como-se-forma-la-lluvia-acida-t97.htm
    • El agua. Las poblaciones de algas, plantas y animales acuáticos se dañan de varias maneras. El agua ácida interrumpe su ciclo reproductivo. También separa compuestos de aluminio del suelo al agua, obstruyendo las branquias de los peces y alterando la química de su sangre o produciendo otros efectos igualmente tóxicos en otros animales. Mientras un lago se acidifica, desaparece una especie tras otra, empezando por las más sensibles al pH del agua, pero en situaciones extremas desaparecen también las más tolerantes. Además de lagos, las corrientes y ríos son también sensibles a los depósitos ácidos. Algunos de ellos pueden  disminuir su pH al derretirse la nieve ácida en primavera. El exceso de ácido nítrico puede provocar un aumento de nitratos en los lagos, mares y océanos y la consiguiente eutrofización de los mismos con  sus dramáticas consecuencias.
    • El suelo. El aumento de la acidez del suelo destruye a los microorganismos que lo forman, con lo que este se va deteriorando. Además, la persistencia de la lluvia ácida sobre el suelo puede facilitar la perdida de algunos nutrientes de las plantas como Ca, K y Mg, ya que con el aumento de acidez aumenta su solubilidad y su perdida por lixiviación. Los suelos se empobrecen más todavía. En este tipo de suelos, también se inhibe la germinación de las semillas y con ello la reproducción de las plantas. Todo ello parece influir  de nuevo negativamente en las plantas, esta vez a través del suelo.
      Se produce además la solubilización de compuestos de metales tóxicos (cadmio, níquel, manganeso, plomo, mercurio, aluminio) y puede aumentar el contenido de los mismos en las plantas y, a través de las cadenas alimenticias, también pueden verse afectados los animales. Si estos metales también son movilizados y conducidos a las corrientes de agua, pueden tener un efecto venenoso en animales acuáticos o en otros que solamente beben esta agua.
      Incluso parece probable que las lluvias acidificadas pudiesen penetrar en las reservas de aguas subterráneas y aumentar la solubilidad de los metales tóxicos.
    • La salud humana. Determinadas concentraciones de estos compuestos de azufre y nitrógeno de la atmósfera pueden penetrar a los sistemas respiratorio y cardiovascular, dando como resultado enfermedades o incluso la muerte. Los metales como el mercurio y cadmio de depósitos del suelo de lagos, corrientes y reservas pueden acumularse en los tejidos vegetales y animales, haciéndolos tóxicos para el consumo humano. Los metales también pueden separarse del suelo hacia las reservas de agua o de viejas tuberías de plomo y cobre, llegando directamente hacia el agua corriente de los hogares y causando serias enfermedades.
    • Los edificios, principalmente los construidos por rocas calcáreas (calizas y mármoles) y por aquellas rocas que estén cementadas por carbonatos, (areniscas y otras) son especialmente sensibles a la lluvia ácida. El carbonato cálcico de todas estas rocas es atacado por los ácidos, transformándose en yeso, formando una costra llamada sulfin, que no sólo es mas soluble y por tanto, mas fácilmente 

      CaCO3 + H2SO4             flecha              Ca SO4 + CO2 + H2O
      arrastrada por el agua, sino que, además, por ocupar más volumen, actúa como una cuña sobre la piedra, aumentando la destrucción de la misma ahora por erosión mecánica. Todo ello produce una descomposición superficial de la piedra en forma de exfoliaciones, arenilla y desprendimiento de las capas externas. Lo que a su vez da como resultado un desgaste de los relieves y formas escultóricos, así como pérdida de las policromías e incluso el desprendimiento de algunas partes, que pueden producir inestabilidad mecánica y daños muy serios en este tipo de edificaciones. Esto es lo que se conoce con el nombre de “mal de la piedra”.
    gargola
    Gárgola deteriorada por la lluvia ácida
    Fuente: en.wikipedia.org
    Esta enfermedad de la piedra resulta especialmente significativa cuando afecta a famosas estatuas y monumentos, como la Acrópolis de Atenas o tesoros artísticos de Italia y España. Todos ellos y los de muchos otros lugares han acelerado sorprendentemente su deterioro en los últimos 30 años, teniendo además en cuenta que se habían conservado en muy buen estado durante siglos.
    Por otro lado, otros materiales metálicos empleados en la construcción se corroen más rápidamente si la lluvia tiene ese carácter ácido.
    La lluvia ácida tiene efectos muy diversificados  con repercusiones en la salud humana,  los ecosistemas, al patrimonio artístico  de nuestras sociedades, la producción agrícola y los consiguientes gastos económicos  que todas estas alteraciones conllevan.
    Medidas para reducir la lluvia ácida
    La lucha mas eficaz a largo plazo es evitar las emisiones de los precursores de la lluvia ácida, óxidos de nitrógeno y azufre, y, principalmente en aquellos procesos que tienen una mayor incidencia en su producción
    Las emisiones de dióxido de azufre y nitrógeno pueden reducirse:
    • Antes de la combustión, utilizando los combustibles con menor cantidad de azufre y reduciendo el azufre de los combustibles mediante procesos físicos o químicos.
    • Durante la combustión utilizando quemadores especiales y lechos adsorbentes de piedra caliza o dolomía, que transforman el SO2  en CaSO4.
    • Después de la combustión, mediante el tratamiento químico de los gases producidos con sosa, cal o piedra caliza,  para eliminar los óxidos residuales de azufre y nitrógeno. Esta fase es la más eficaz de todas.
    En los coches se impone el uso de convertidores catalíticos que producen la combustión total o transformación de los óxidos de azufre y nitrógeno, principalmente este último, contenidos en los gases emitidos antes de salir del motor. Los catalizadores empleados aquí son platino rodio y óxidos de metales de transición. El hecho de utilizar  gasolinas sin plomo, también tiene que ver con el  empleo de estos catalizadores ya que son inactivados por el tetrametilo de plomo.
    La aplicación de estas y otras medidas correctoras en varias naciones Europeas y en Estados Unidos, desde el periodo de tiempo comprendido entre 1980 y 1995, supuso descensos considerables de las emisiones de estas sustancias contaminantes. La intensificación y extensión de estas medidas ha mejorado, aunque no resuelto, la situación general de los países occidentales, pero las propias autoridades chinas han reconocido recientemente, que esta nación es el primer emisor mundial de dióxido de azufre, afectando este tipo contaminación a casi la mitad de sus ciudades. No en vano, China es el principal productor mundial de carbón y éste constituye con diferencia su fuente principal  de energía.
    Para una lucha más eficaz contra este tipo de contaminación y otras asociadas es también indispensable un uso más estricto, más eficiente y menos despilfarrador de la energía. En la misma dirección seria un remedio más eficaz la sustitución de este tipo de fuentes de energía por otras “más limpias”.
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